Estamos en el país de las posibilidades, la posibilidad de que un joven caiga fácilmente en las adicciones de: Sustancias alucinógenas, tabaco, alcohol, videojuegos, hábitos de automaltrato, entre otros. También cabe la posibilidad de que un joven tenga afianzados sus criterios, su visión de mundo y proyecto de vidas enfocadas hacia el éxito, no puedo dejar de pensar en más posibilidades tanto positivas como negativas, sin embargo en esta ocasión solo apuntaré a las anteriormente nombradas, lo cual me conduce a pensar que lo que mis compañeros y yo hemos forjado en las aulas, en el parque y hasta en los pasillos de la Institución son grandes luchas que llevamos intrínsecamente. Quiero hacer especial hincapié en la visión que los jóvenes (estudiantes) tienen de nosotros (sus educadores) ¿somos realmente sus formadores? ¿En qué medida hemos los docentes hemos marcado la vida de nuestros jóvenes? ¿Es posible pensar en un futuro mejor si somos nosotros quienes educamos?